Intoxicación por Escherichia coli O157:H7 en un comedor escolar

Año 2000. Mes de setiembre. Las vacaciones escolares están llegando al final. Los padres y los niños se preparan para la vuelta a la escuela. Justo al inicio del curso escolar aparece una intoxicación alimentaria por Escherichia coli O157:H7 en un comedor escolar. Fue el primer gran brote por E. coli verotoxigénico ocurrido en España. Afectó a 182 personas, la mayoría niños. Hubo 7 hospitalizaciones, 6 de ellas, afectadas con el síndrome hemolítico urémico (SHU).

El viernes, 22 de setiembre ingresa en el Hospital de Sant Pau de Barcelona un niño de 3 años. Presenta fuertes dolores abdominales y diarrea con sangre. El domingo, 24 de setiembre ingresa otro niño también de 3 años y con los mismos síntomas. A ambos se les diagnosticó infección por E. Coli O157:H7 y síndrome hemolítico urémico (SHU). Uno de los niños tuvo un fallo renal y necesitó hemodiálisis.

Los dos niños iban al mismo colegio de Barcelona y tenían en común que eran usuarios del comedor escolar desde el inicio de curso. El curso comenzó el lunes y el primer caso ingresó el viernes.

En otro gran hospital de Barcelona, el Hospital de la Vall de Hebrón, en esos días hay 7 niños hospitalizados con síntomas similares. Entre ellos, una niña de 3 años con SHU, ingresada el viernes, 22 y otra niña de 3 años, ingresada el domingo, 24 de setiembre, con con el mismo síndrome.

¿Qué está pasando en los colegios?

La última semana de setiembre, en la localidad de Mollet del Vallès, en un colegio de la misma orden religiosa que el de la ciudad de Barcelona, había 21 absencias, 14 eran alumnos usuarios del comedor, 13 tenían diarreas.

Los primeros niños con diarrea aparecen el 21 de setiembre. Al día siguiente, el 22 de setiembre, es cuando se dan más casos. Se van produciendo diarreas en niños de esta escuela y de otras, que tienen la misma cocina central como proveedora de menús, pero nadie alerta a las autoridades sanitarias de este fenómeno que no es normal.

En el colegio de Barcelona durante este periodo hubo más de 100 casos afectados de diarrea, entre alumnos y profesores.

El 25 de setiembre empiezan los casos secundarios. Los casos adquieren la enfermedad por contacto con otros alumnos afectados. De 947 usuarios del colegio de Barcelona, en ese periodo, adquirieron la enfermedad por contagio persona a persona 39 casos.

Y aquí es donde se observa la importancia que los médicos del sistema asistencial declaren de manera urgente cualquier sospecha de brote epidémico.

Tantos casos de niños con diarrea, dolor abdominal, vómitos, sangre en las heces desde el inicio del curso y nadie dio la voz de alarma.

Declaración urgente de un brote de intoxicación alimentaria

En este caso, la declaración de brote se realizó el 4 de octubre. Pasaron 15 días desde que empezó a haber casos hasta la fecha de la notificación. Un médico de la Unidad de Curas Intensivas (UCI) del Hospital de Sant Pau notificó el brote al Servicio de Epidemiología del Instituto Municipal de Salud Pública de Barcelona (IMSPB).

Con esta notificación se activó el protocolo de intervención en casos de brotes de intoxicación alimentaria y se logró controlar la cadena de contagios que se iban produciendo, persona a persona.

El Servicio de Epidemiología del IMSPB empieza la investigación del brote por E. coli O157:H7 contactando con la escuela y la cocina central elaboradora de los menús escolares. La cocina informa que sirvió a más colegios de la provincia de Barcelona y la investigación epidemiológica se extiende a otros municipios de la provincia.

 En la escuela de la ciudad de Barcelona hay 975 niños y 80 profesores. Los usuarios del comedor son 550 alumnos. Los alumnos van desde parvulario a secundaria, de los 3 a los 16 años.

En otro gran hospital de Barcelona, el Hospital de la Vall de Hebrón, en esos días también habían niños hospitalizados que estaban todos relacionados, pero nadie comunicó la sospecha de brote epidémico. 

Los primeros niños con diarrea aparecen el 21 de setiembre, siendo el 22 cuando aparecen más casos. No sabemos si alguien más sospechó de la relación entre todos los enfermos y el comedor escolar.  Pero, los hechos muestran que sólo hubo una notificación, la de un médico de la UCI del Hospital de Sant Pau.

¿Quién debe notificar la aparición de un  brote epidémico?

La declaración del brote epidémico es obligatoria y urgente, en la actualidad y también lo era en el año 2000. Esta obligación afecta a todos los médicos y a todos los centros sanitarios cuando detectan la aparición de un brote. La obligación la establece el Real Decreto 2210/1995, de 28 de diciembre, por el que se crea la red nacional de vigilancia epidemiológica.

En este caso se notificó tarde. Seguro que hay bastantes brotes epidémicos de intoxicaciones alimentarias que, o no se notifican, o se notifican tarde. Para notificar un brote, el médico debe tener una sospecha, que como mínimo haya dos casos con similar sintomatología y orígen. Con sintomatología leve no se suele acudir a los centros médicos y si se acude, y cada persona va un centro médico diferente, los médicos difícilmente sospecharan de un brote.

¿Qué se conocía de la bacteria Escherichia coli O157:H7 en el año 2000?

Poco se conocía de esta bacteria. En España se habían diagnosticado algún brote con pocos casos. El mayor brote había ocurrido en Fuerteventura (Islas Canarias) en 1997, que afectó a 14 turistas europeos hospedados en 4 hoteles. Tres casos contrajeron el Síndrome Hemolítico Urémico (SHU). 

Fuera de nuestras fronteras el mayor brote conocido fue el brote de E. coli en la cadena de restauración Jack in the Box de 1992-1993 que se produjo cuando la bacteria Escherichia coli O157:H7 mató a cuatro niños e infectó a 732 personas en cuatro estados de los Estados Unidos de Norteamérica. Para conocer más datos sobre el caso Jack in the Box recomiendo el documental de Netflix: “Intoxicación: La cruda verdad de nuestra comida”.

Prospectivamente, se llegó a la conclusión que esta cepa verotoxigénica aparece en la primera mitad de 1982, en el que podemos llamar el primer brote conocido, que afectó al menos a 47 personas en Oregón y Michigan. La enfermedad se caracterizó por un dolor abdominal intenso y tipo cólico, inicialmente diarrea acuosa seguida de diarrea con mucha sangre y poca o ninguna fiebre. Se asoció con comer en restaurantes pertenecientes a la misma cadena de restaurantes de comida rápida en Oregón y Michigan. Aparentemente transmitida por consumir carne poco cocida.

¿Qué fue lo que pasó? ¿Cómo llegó la bacteria a la comida?

Cuando el médico de la UCI del Hospital de Sant Pau notifica el brote, se activan los servicios de vigilancia epidemiológica. Se hizo un gran trabajo de investigación para conocer las causas de este brote y poderlo controlar, tanto el servicio de vigilancia epidemiológica del IMSPB como el de la Delegación de Sanidad de Barcelona de la Generalitat de Catalunya. 

No fue fácil la investigación pues habían pasado muchos días desde el inicio del brote. Ya no quedaban platos testimonio para poder analizar y era difícil recordar qué habían comido durante los días anteriores al inicio de síntomas. La mayoría de afectados tenían entre 3 y 4 años, lo que complicaba la realización de las encuestas.

Los inspectores veterinarios colaboraron en la investigación inspeccionando las cocinas y las industrias elaboradoras de los productos que podrían ser la causa, tomando muestras de los alimentos para analizarlos en el laboratorio. Evaluaron las condiciones higiénicas y de manejo de los alimentos para determinar cómo pudo haber ocurrido la contaminación.

Durante las inspecciones para identificar las fuentes de contaminación se recomendaron e implementaron medidas correctoras. Esto incluyó la limpieza y desinfección de instalaciones y la mejora de prácticas de manipulación de alimentos. También requirieron en acta de inspección a la cocina elaboradora del menú contaminado la obligación que tenía de no superar los 500 menús diarios y el ámbito comarcal de distribución.

En una posterior visita, de manera sorprendente, se comprobó que incumplían lo que tenían autorizado. Seguían sirviendo a fuera de la comarca y un número de menús cercano a los 1.500, que superaba ampliamente el máximo permitido de 500. Finalmente, el Director General de Salud Pública ordenó el cierre temporal precautorio de la cocina.

La causa de la intoxicación por Escherichia coli O157:H7 en unos colegios

Del resultado de las encuestas epidemiológicas, de las inspecciones realizadas y de las entrevistas para averiguar el proceso de producción de los platos servidos en las escuelas se llegó a las siguientes conclusiones:

  • La cocina central elaboradora de los menús escolares era al mismo tiempo, la cocina de un restaurante. Sólo estaba autorizada para elaborar 500 menús para distribuirlos dentro de su comarca. Elaboraba más de 1.000 menús y los distribuía fuera de la comarca.
  • Las salchichas servidas el 18 de setiembre fueron la causa más probable de la intoxicación.
  • La superficie de elaboración de las salchichas de cerdo y las hamburguesas de ternera fue la misma. Pudo haber contaminación cruzada de E. Coli O157:H7. Pudo haber contaminación cruzada entre  la carne de vacuno y contaminar la carne de cerdo. Se sabe que es más frecuente E. Coli O157:H7 en vacuno que en porcino.
  • En los colegios donde se produjo el brote, el cocinado de las salchichas fue insuficiente.

La cocina central que servía la comida a las escuelas hervía las salchichas y posteriormente las colocaba en armarios isotermos para distribuir a las cocinas de los colegios.

En los colegios las salchichas se acababan de cocinar pasándolas por la plancha. Por diferentes motivos, en algunos colegios estas salchichas no se pasaron por la plancha y originaron el brote de intoxicación alimentaria. Era el inicio del curso, algún trabajador sin experiencia y otro trabajador, con más experiencia, ese día estaba de baja.

Se añadieron más factores que favorecieron la aparición del brote, como que no se conocía ni registraba el tiempo de ebullición, ni la temperatura a que se llegaba en el interior de las salchichas, por lo que es posible que una bacteria termolábil como E. coli, presente en la carne, no se pudiera eliminar.

Se podría resumir así: Una posible contaminación cruzada en la elaboración de las salchichas, una bacteria peligrosa, unas prácticas de cocción que no llegaron a eliminar la bacteria y una cocina que elaboraba más producción de la que estaba autorizada, provocaron este brote.

Gestión de la crisis en los medios de comunicación

En los años 80, las autoridades sanitarias solo daban comunicados a prensa si había alguna noticia que creara alarma y con el objetivo de calmar a la ciudadanía. Este objetivo es difícil de alcanzar si solo sales en prensa cuando aparece una crisis alimentaria. En aquellos años la confianza en los comunicados de los gobiernos era baja, ya que, en anteriores crisis, las autoridades sanitarias se habían caracterizado por ocultar información y no decir la verdad, para supuestamente, dar tranquilidad.

Y la iniciativa en la comunicación la tuvo la prensa escrita. Así, la respuesta de las autoridades políticas fue reactiva. La gestión comunicativa de esta crisis alimentaria podía haber sido mejor si la administración hubiera tenido la iniciativa de comunicar el brote y no esperar a que un diario publicase la notícia. 

Y llegó el día en que la prensa escribe sobre este brote. El primer diario fue El Periódico de Catalunya, el 25 de octubre del 2000, que publica en la portada:

Una bacteria en la carne intoxica a 138 niños en Catalunya. El brote se detectó hace 15 días en los colegios Lestonnac de Barcelona, Calella y Mollet.

A partir de esta fecha el resto de la prensa comienza a publicar noticias, y los políticos, responsables de la política sanitaria, empiezan a actuar, a remolque de las noticias periodísticas.

Al día siguiente La Vanguardia publica la noticia con las declaraciones del Director General de Salud Pública dando el brote por controlado. Este era el texto: 

El catering de una escuela provoca la intoxicación de más de 150 niños y adultos. El brote se da por controlado.

Lluís Salleras afirmó que el brote, la que sería la primera epidemia de E. coli en Catalunya, está controlado y “las posibilidades de nuevos contagios son remotas porque hemos visto que el germen desaparece en unos días”. Así, indicó que entre quienes tuvieron diarrea, sólo en 36 personas se hallaron restos de germen en el análisis a posteriori.

Estas declaraciones, en principio para bajar la tensión y crear tranquilidad, se publicaron el 26 de octubre del 2000. No obstante, las posibilidades de nuevos contagios no fueron tan remotas ya que siguió habiendo casos secundarios hasta el 5 de noviembre, último caso confirmado con síntomas.

Ese mismo día en Libertad Digital se publicó:

«Tardaron un mes en cerrar la empresa alimenticia. Las autoridades sanitarias catalanas no difundieron que había carne contaminada en colegios. Las Autoridades Sanitarias de la Generalitat acordaron no difundir la aparición de un brote de gastroenteritis por carne contaminada para no crear alarma y sólo informó a los responsables de los colegios a los afectados, sin tener en cuenta que la infección era altamente contagiosa, según afirmó este jueves Tele 5.»

Y los políticos también pusieron el foco en los inspectores de Sanidad. El País publicaba el 29 de octubre del 2000:

Expedientados dos inspectores de Sanidad por la intoxicación escolar. El consejero de Sanidad del Gobierno catalán, Eduard Rius, anunció ayer la apertura de un expediente informativo contra dos inspectores de su departamento porque no ordenaron el cierre inmediato de la sociedad Romec, SL.

 Se expedientó a dos inspectores y el motivo que se trasladó a la prensa fue porque no ordenaron en el momento de la inspección la medida cautelar de suspender la actividad de la cocina.

Las familias de los afectados se quejaron de no recibir suficiente información ni del colegio ni de las autoridades sanitarias.

Situación actual de la bacteria E. coli O157:H7 en España

Los últimos datos disponibles són los publicados en el Informe epidemiológico sobre la situación de la infección por cepas de Escherichia coli productoras de toxina Shiga o Vero en España. Año 2021 y año 2022 del Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III y recogidos por la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica (RENAVE).

 En el año 2021 hubo en España hubo 426 casos de infección por E. coli verotoxigénica (STEC). Se notificaron dos brotes de STEC, con un total de 4 casos, uno de ellos hospitalizado. En uno de los brotes el mecanismo de transmisión fue alimentario, siendo el alimento sospechoso una hamburguesa consumida en un restaurante, y afectando a dos niños menores de 5 años, presentando uno de ellos SHU. El otro brote también fue alimentario, teniendo lugar en el hogar privado, sin especificar el alimento implicado.

En el año 2022, en España hubo 633 casos de infección por E. coli verotoxigénica (STEC). Se notificaron cinco brotes de STEC, con un total de 13 casos y 2 hospitalizados. Dos brotes fueron de transmisión alimentaria: uno de ellos, con 4 casos, asociado al consumo de varios alimentos en un bar; y otro brote, con 2 casos menores de 2 años en una guardería, siendo el alimento sospechoso hamburguesas, e identificándose en las muestras clínicas de los casos el serogrupo O157. Otro brote fue de transmisión directa persona-persona, y en otro no se disponía de información sobre el mecanismo de transmisión; ambos tuvieron lugar en el hogar.

Número de casos de E. Coli 0157:H3 en España 2015-2022

En la gráfica anterior se observa como va aumentando el número de casos desde el año 2015. El año 2020, disminuyó, seguramente por los confinamientos por la pandemia de Covid, pero el 2021 y 2022 ha vuelto a subir.

La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrició (AESAN) ha recopilado los resultados analíticos de un total de 1 247 muestras de alimentos que las comunidades autónomas han analizado para detectar la ausencia de E.coli. El Informe del Análisis de Datos 2021 de Vigilancia de Zoonosis Alimentarias muestra los siguientes resultados positivos para el agente zoonótico E. coli STEC:

 MATRIZUNIDADESUNIDADES POSITIVAS% POSITIVOS
Preparados cárnicos congelados de porcino para consumir cocinados5120%
Queso semicurado de leche de vaca cruda o sometida a tratamiento térmico bajo1516,67%
Queso curado de leche de cabra cruda o sometida tratamiento térmico bajo2514%
Carne picada refrigerada de mezcla de carnes para ser consumida cocinada3013,33%
Platos preparados a base de carne3013,33%
Carne preparada de bovino refrigerada para ser consumida cocinada20562,93%

Los resultados indican que el 20% de las muestras de preparados cárnicos congelados de porcino para consumir cocinados dan resultado positivo a E. coli STEC y que el 6,67% de las muestras de queso semicurado de leche de vaca cruda o sometida a tratamiento térmico bajo son positivas.

Tengo dudas que estos resultados sean representativos de la realidad, ya que en preparados cárnicos congelados de porcino se alcanza el 20% de positividad analizando solo 5 muestras y una da resultado positivo. En el caso queso semicurado de leche de vaca cruda o sometida a tratamiento térmico bajo se alcanza una positividad del 6,67% analizando 15 muestras con el resultado de una muestra positiva.

Dejando de lado la representatividad de las muestras, la realidad es que esta bacteria está presente en nuestros alimentos y el número de casos diagnosticados con E. coli verotoxigénico va en aumento en los últimos años.

Conclusiones

El estudio de este brote nos muestra la importancia de la declaración urgente de un brote de intoxicación alimentaria y de la gestión de la comunicación que deben realizar las autoridades de salud pública.

La declaración urgente de cualquier sospecha de brote epidémico es el primer paso que permitirá dar una respuesta efectiva, proteger la salud pública y minimizar el impacto de la enfermedad en el conjunto de la sociedad.

Es necesario fortalecer el mensaje en el colectivo médico asistencial a que presten atención a que cuando están tratando una enfermedad con síntomas digestivos, la causa pudiera ser una intoxicación alimentaria. Una rápida notificación permitirá a las autoridades de salud pública a movilizar todos los recursos para controlar la enfermedad y cortar la cadena de contagios.

Una rápida comunicación del brote epidémico por parte de las autoridades sanitarias y proporcionar a la población consejos de higiene ayudará al control del brote.

La comunicación constante a la ciudanía en este tipo de situaciones promueve la transparencia y la confianza en los servicios públicos de salud. Y las autoridades sanitarias ganaran en credibilidad.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *